Entonces, se deberán analizar los siguientes interrogantes:
•¿TI cuenta con un proceso de gestión de demanda claramente definido?
•¿Se tiene control sobre las capacidades del personal y los recursos de TI para atender la demanda en los tiempos solicitados?
•¿Existe un nivel de interacción suficiente entre TI y el negocio para definir estrategias y tomar decisiones en conjunto con base en la factibilidad, prioridad y complejidad de los requerimientos?
•¿Los requerimientos que provienen de procesos de TI (Incidentes, Cambios y Problemas) son atendidos bajo un esquema de planificación estructurado e integrado con la demanda del negocio?
•¿TI posee indicadores de gestión bien definidos y un esquema de reporte?
Si no es así, puede significar que TI presenta cualquiera de estas situaciones:
•Toma decisiones relacionadas al negocio, que deben ser tomadas por otros.
•Tiene demoras en la entrega de soluciones que no puede justificar.
•Alto porcentaje de actividades reactivas y de emergencias.
•Presenta continuas fallas de los sistemas y servicios, y eventualmente, éstos no son atendidos según la importancia/prioridad del negocio.
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